Según los datos del censo 2010, en las parroquias rurales de Imbabura un porcentaje considerable (del 30 al 50%) de los hogares utilizan leña como combustible único para cocinar, generando una fuerte presión al bosque y ocasionando deforestación, por lo que, la implementación de cocinas ecológicas se planteó como como una alternativa de eficiencia energética rural, que permita reducir la demanda de leña y así coadyuvar a la conservación de los remanentes de vegetación natural por deforestación evitada; además, se reduce también las emisión de gases de efecto invernadero, mitigando así los efectos del cambio climático y realizando un importante aporte a la salud de las familias al contribuir a disminuir la incidencia de enfermedades respiratorias.
En el seguimiento realizado a las familias beneficiarias del Proyecto que se encuentran utilizando las cocinas ecológicas más de un año, se evidencia que se ha logrado la reducción del 50% de leña; por su diseño (cámara de combustión pequeña tipo rocker) la leña utilizada es delgada producto de los restos de podas del huerto o sistemas agroforestales, remplazando a la leña gruesa anteriormente obtenida del bosque reduciendo la presión a los remanentes de vegetación natural y conservando así los sumideros de carbono proveedores de agua (deforestación evitada).
Debido al sistema de chimenea que posee la cocina, los gases productos de la combustión son evacuados fuera de la vivienda en un 98% contribuyendo de esta manera a disminuir la incidencia de enfermedades respiratorias ocasionadas por la exposición al humo, especialmente de las mujeres que son las encargadas de la preparación de los alimentos.
El proyecto de cocinas ecológicas inicio su implementación en el 2018, debido a la gran acogida por parte de las familias campesinas del sector rural al momento la Prefectura de Imbabura se encuentra planificando la tercera fase de ejecución (2021-2022)
En la primera fase (2018 -2019) se beneficiaron 361 familias con la construcción de cocinas ecológicas en 5 parroquias rurales de la zona de Intag (Apuela, Plaza Gutiérrez, Cuellaje, García Moreno y Selva Alegre) por un monto total de 101.162 USD.
En la segunda fase (2020-2021) tiene un monto de inversión de 274.991,26 USD beneficiando a 1019 familia en 13 parroquias rurales de Imbabura (Apuela, Plaza Gutiérrez, Cuellaje, García Moreno y Selva Alegre - en una segunda fase - y sumándose a esta iniciativa las parroquias de Vacas Galindo, Peñaherrera, Lita, La Carolina, Pataqui, Sigsipamba, comunidad de Zuleta de la parroquia Angochahua, así como la parroquia Tumbabiro a través de la contraparte realizada por la Empresa Publica Chachimbiro).
El organismo provincial trazó una agenda de reuniones con las alcaldías del territorio para comprometer su trabajo, alrededor de una designación que lo mantiene en el escenario mundial, como uno de los rincones más privilegiados del planeta.
El trabajo, liderado por el prefecto Pablo Jurado, se propone poner en operación lo más pronto posible a este espacio, transformado en complejo deportivo. El proceso que se encamina se sustenta en el aprovechamiento de los recursos existentes y la suma de aliados que colaboren en este propósito. Entre ellos están la EMAPA, Municipio de Ibarra, EMELNORTE, Cuerpo de Bomberos, Empresa Pública Chachimbiro, entre otras entidades. La autoridad provincial se alista a cumplir una agenda de visitas protocolarias a las embajadas, con el fin de difundir el reconocimiento de la UNESCO a la Provincia de Imbabura como Geoparque Mundial y solicitar apoyo para la rehabilitación del sistema de calentamiento y otros rubros de la Piscina Olímpica.
La infraestructura facilita el tránsito en una localidad productiva que se reparte entre Imbabura y Pichincha. En la inauguración, los habitantes expresaron su agradecimiento y comprometieron, una vez más, el apoyo de las autoridades. La inauguración la presidió la prefecta de Imbabura subrogante, Cristina Males, con la presencia del alcalde del cantón Cayambe, Guillermo Churuchumbi.
Esta iniciativa se sustenta en una estrategia de educación y comunicación, constituyéndose en una herramienta fundamental para informar, formar y concienciar a la población acerca de las consecuencias de los incendios forestales. Se impulsarán acciones dirigidas a activar a medios digitales, a través de un plan de social media, la elaboración de infografías y videos de autoridades y la comunidad con mensajes de prevención de incendios forestales. También cuenta la gestión con la empresa privada para la publicación de material audiovisual en las pantallas de los centros comerciales. La difusión será masiva desde las cuentas de los 39 miembros del CCLEA-I.