La Prefectura entregó pollos y comida de engorde para estas aves. Se espera, en corto plazo, que estén listas para ser comercializadas y que sirvan además para sustentar la alimentación de 54 familias de Piñán y Guananí. La iniciativa es parte de un proyecto que nació en medio de la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Personal operativo y maquinaria de la Prefectura de Imbabura desalojan la maleza y escombros que comprueban el aspecto físico de estas instalaciones. Esta labor permite mantener en buenas condiciones este bien público, mientras que se gestionan recursos para poner en marcha un proyecto de remodelación completo que tiene un alto costo económico.
El proyecto contempla además la ubicación de cunetas de hormigón en los dos costados, señalización horizontal y vertical y drenajes adecuados. La vía se modernizará y el poblado se convertirá en uno de los más atractivos del territorio imbabureño. El mejoramiento traerá consigo un progreso notable y significará también el despegue de iniciativas productivas para la generación de una nueva dinámica en el ámbito productivo y turístico.
Los organismos públicos pondrán a la orden recursos económicos y técnicos con lo cual se hará más fácil concretar acciones en beneficio de esta población.
El organismo internacional aprobó el proceso para la entrega de recursos en calidad de cooperación, como resultado del trabajo emprendido por entidades aliadas que participaron en la convocatoria de fondos concursables, tras haber formulado un proyecto que se enfoca en promover la de los ecosistemas en un Biocorredor, asegurando la conservación de los páramos y bosques andinos. Se plantean una serie de acciones con la activa participación de las comunidades y pueblos asentados en tres provincias cercanas. Para la Prefectura de Imbabura este es un logro importante que permite poner en marcha una iniciativa que fortalecerá la tarea de conservación, en un territorio privilegiado que tiene la categoría de Geoparque Mundial.