El polvo constante y los baches dificultaban el tránsito en el área de mayor concentración poblacional de este lugar. Gracias a la Prefectura, ahora el desarrollo toca la puerta y hace pensar en la llegada de nuevos días y una mejor calidad de vida.
La Prefectura concretó un crédito del Banco de Desarrollo para adoquinar la vía González Suárez – Pijal y asfaltar el camino entre Pimampiro y Mariano Acosta, en una primera fase. También comprometió un monto de 305.490 dólares de sus propios recursos, dirigidos a cubrir costos que giran alrededor de estos proyectos. Así se da respuesta a la lucha de los poblados de Otavalo y Pimampiro que no tuvo eco años atrás.
La Prefectura entregó fondos para equipar la fábrica y mejorar la infraestructura física de las instalaciones, como resultado de la convicción de su titular, Pablo Jurado, quien cree que los emprendimientos comunitarios son claves para dinamizar la economía y crear fuentes de trabajo, justo cuando en el país se habla de falta de oportunidades. La planta comunitaria de producción fue inaugurada este fin de semana.
La obra fue ejecutada en el sector de Pinsaquí, a través de la inversión de la Prefectura, el Municipio de Otavalo y el Gobierno Parroquial. La iglesia evangélica Puerta de Salvación ayudó a construir las veredas. Con esta acción se dejó en el olvido al camino destruido que causaba serios problemas para el paso de vehículos y demostraba que el progreso le era ajeno a esta comunidad.
Las iniciativas que nacen desde la organización de hombres y mujeres cuentan con el apoyo de la Prefectura. A esta tarea también se suman los municipios y gobiernos parroquiales. Es una acción conjunta que permite la inyección de recursos económicos, asesorar de manera técnica y fortalecer el trabajo. Lo más importante de todo es el interés de la gente de encontrar nuevas fuentes de ingresos.