La Prefectura emprendió una nueva planificación dirigida a intervenir en sitios afectados por la lluvia en las últimas semanas. Adicionalmente, se retomó los proyectos y obras que estaban previstas en el transcurso del año.
IBARRA.- Tras la emergencia sanitaria nacional, declarada el 17 de marzo, las labores de la Prefectura se mantenían paralizadas, atendiendo únicamente casos emergentes, sin embargo, durante la primera y segunda semana de restablecerse el trabajo presencial , la institución inició el mantenimiento diario de las vías de las parroquias rurales de la provincia.
Así, la Dirección de Infraestructura Física entregó el distributivo de maquinaria y personal que atenderá en esta ocasión a 10 parroquias de 5 cantones de Imbabura, durante la semana del 8 al 12 de junio, sin contar con las tareas extras que debe hacerse, de acuerdo a las necesidades de las comunidades.
La planificación contempla el mantenimiento de alrededor de 15 kilómetros de la vía Magdalena – Brilla Sol; limpieza de derrumbes y rasanteo de la vía Santa Alicia – El Palmal – San Lorenzo, que tiene un aproximado de 12 kilómetros, pertenecientes a la parroquia García Moreno.
En Peñaherrera se apertura la vía Cristal – Mirador y en Apuela se avanza en el lastrado de la vía Cazarpamba – Irubí – Guamirla que tiene una longitud de 15 kilómetros.
Para culminar con la jurisdicción del cantón Cotacachi, otros frentes de trabajo se encuentran rasanteando y mejorando la vía Pucalpa- Imantag y dando el respectivo mantenimiento de los tramos internos en la comunidad El Morlán.
En el cantón Urcuquí, se da mantenimiento a la vía Buenos Aires – San Pedro – El Triunfo; así como también el mantenimiento de la vía Cahuasquí – Sachapamba.
Por otra parte, en el cantón Otavalo se trabaja en el mejoramiento de los caminos de la parroquia San Pablo y en Ibarra se desaloja materiales de la vía Aloburo – Yuracruz y se realizan obras de protección a terrenos productivos en Ambuquí.
Finalmente, en Pimampiro operadores y maquinaria laboran en la construcción del reservorio para el proyecto de regadío comunal y mantenimiento de vías internas en la parroquia Chugá. Debido a la lejanía, algunas comunidades no cuentan con acceso al líquido vital por lo que también se brinda ayuda en la repartición de agua en varios sitios rurales.
Amadeo Casco, presidente del Gobierno Parroquial de San Pablo del Lago de Otavalo y consejero provincial, indicó que por la pandemia del coronavirus en su parroquia quedó inconclusa la labor en el área vial, sin embargo, una vez retomadas las actividades, la intervención se refleja actualmente en Angla, para luego pasar a Topo y finalizar en Casco Valenzuela. Agradeció por ello, señalando que es necesario contar con vías transitables para el desarrollo de las actividades diarias.