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Con una inversión cercana a los 70.000 dólares se empedró un tramo de 750 metros de longitud. Mientras tanto se alista un nuevo proceso para culminar con este proyecto que abarca 1.100 metros.

IBARRA.- Eugenio Espejo de Cajas es una comunidad agrícola de la parroquia González Suárez del cantón Otavalo. Los habitantes dedican su tiempo al cultivo de frutilla y maíz, principalmente. Otra fuente de ingresos económicos es la ganadería. De las vacas obtienen leche que a la vez la utilizan para fabricar de manera artesanal exquisitos quesos que los expenden en los mercados cercanos.

Aquí nació hace 53 años Isaías Inlago, educador de profesión, quien recuerda las dificultades que han debido soportar todos los comuneros en el devenir de los tiempos por la falta de servicios básicos, entre ellos, la vialidad. El progreso ha sido lento, dice, y razona, argumentando que los caminos en pésimas condiciones fue impedimento para que la producción no pueda ser explotada en toda su capacidad.

“Hemos vivido abandonados. Para movilizarnos, durante muchos años caminamos por un paso lleno de polvo y lodo. Era muy duro, especialmente por el peso de la carga que se debía llevar a las espaldas. El tramo entre el centro poblado, Hierba Buena y El Quinde es uno de los principales de este sector y justamente este es el que se encontraba en condiciones deplorables”.

El sábado, 13 de julio de 2019, el sueño de los moradores se hizo realidad. Ese día, convocados por los dirigentes, se reunieron en la plaza principal para recibir a las autoridades de la Prefectura, que llegaron para inaugurar el empedrado de los 750 metros de longitud de este antiguo camino. Recorrieron todo el trayecto y se emocionaron al comprobar que el trabajo se lo hizo observando parámetros de calidad, incluyendo la construcción de cunetas.

 En el acto de inauguración, Isaías Inlago tomó la palabra para agradecer por esta obra. Recordó el tiempo que debió transcurrir hasta que la actual administración de la Prefectura de marcha a este proyecto y lo ejecute. “Nos sentimos satisfechos porque al fin podemos contar con una vía en buenas condiciones para movilizarnos. Es el resultado de la gestión de quienes, desde el organismo provincial, han comprendido nuestra necesidad”.

En la casa comunal hubo un ambiente de fiesta. La presidenta actual del Gobierno Parroquial, Maritza Tocagón, destacó la acción realizada, como producto de la planificación y el esfuerzo mancomunado de pobladores y autoridades. Aseveró que en la administración anterior de la parroquia se adelantaron las gestiones y ahora ya se puede contar con un camino empedrado que, sin duda, se convierte en un eje de desarrollo en la comunidad.

La viceprefecta Cristina Males participó en el acto. Allí resaltó la importancia de construir obras en la ruralidad, considerando que eso, precisamente, sirve para mejorar la calidad de vida de la gente y muestra a la provincia insertada en una dinámica de progreso. “Vamos a seguir apoyando la gestión desde diferentes ámbitos para que el bienestar llegue a los sitios más apartados del territorio considerado ahora como Geoparque Mundial de la Unesco.”

El prefecto Pablo Jurado entregó oficialmente la vía mejorada. Se refirió en esta oportunidad a la participación ciudadana como mecanismo de agilitar los procesos de intervención. En González Suárez, según su afirmación se han ejecutado una serie de obras en el tema vial, sin embargo, anunció que hay otras que esperan concretarse en los próximos meses, gracias a un crédito obtenido en el Banco de Desarrollo.

 

En lo que corresponde a esta comunidad, señaló que el empeño va dirigido a completar el empedrado de la arteria hasta unir con la panamericana. Son alrededor de 450 metros de longitud que restan dentro del proyecto, incluyendo además la construcción de cunetas. Se estima que el costo demandará unos 45.000 dólares.