El organismo provincial, el gobierno parroquial y los pobladores se unieron para, en una especie de minga, mejorar un tramo vial de 730 metros de longitud. El Municipio de Otavalo, a través de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado, también colaboró con el cambio de la tubería del sistema de saneamiento.
IBARRA.- Yolanda Campo es una mujer luchadora. Vive en la comunidad Puerto Alegre. Desde muy joven se ha visto involucrada en el liderazgo, pues siempre le interesó ver mejor a su tierra. Sus tareas como educadora y como madre de familia no le han impedido dedicar una parte de su tiempo para ser protagonista del desarrollo de esta localidad rural, perteneciente a la parroquia Eugenio Espejo del cantón Otavalo.
Fruto de esa visión, ahora este poblado cuenta con un moderno adoquinado, que cubre los 730 metros de longitud de la calle Bolívar, arteria principal que parte desde el barrio Brasilia hasta conectar con la panamericana E -35. Es una obra que debió esperar más de 20 años hasta hacerse realidad, cumpliendo así el sueño de las familias campesinas de la zona.
Este logro llena de emoción a Yolanda, quien no solo encabezó la gestión, sino también trabajó hombro a hombro con sus vecinos, en las mingas constantes que se extendieron, incluso, hasta avanzadas horas de la noche. “Ahora que el proyecto ha concluido, es un honor decir que hemos sido parte de esta obra, que nos produce algarabía, pues se trata de un anhelo que se cumple, en forma eficiente, tomando en cuenta además los plazos trazados”, afirma.
El mejoramiento de esta vía tiene un costo de 100.000 dólares, siendo la Prefectura Ciudadana de Imbabura, el organismo que encabezó la intervención, a través del financiamiento de 80.000 dólares. La comunidad, mediante la mano de obra calificada y no calificada contabilizó un aporte de 13.000 y el Gobierno Parroquial completó el monto económico necesario, destinando 7.000.
Esta fórmula de compartir esfuerzos e inversión en acciones que mejoran la calidad de vida es un ejemplo digno de ser replicado en otras partes de la provincia y el país. Con el adoquinado de esta vía, las autoridades y los habitantes de Puerto Alegre demostraron que esta sinergia, es la base para impulsar proyectos que perduran en el tiempo y que nada nada es imposible cuando se unen fuerzas para sentar bases sólidas de un futuro prometedor.
En el acto de inauguración, la viceprefecta Paolina Vercoutère Quinche felicitó a los comuneros por la tenacidad demostrada para encaminar esta aspiración. “Sin duda, hay que reconocer el liderazgo de una mujer como Yolanda Campo, que, a más de estar pendiente de su hogar, no desmayó para encaminar todo este proceso. Nuestro compromiso es seguir trabajando con ustedes y lo vamos a hacer también brindando atención en el tema social y de salud”.
El prefecto Richard Calderón se mostró contento de haber sido parte de toda esta tarea. El titular del organismo enfatizó que es el resultado de un modelo de buena organización, en la que sobresale la labor compartida, digna de ser elogiada. “Como prefectura hemos dado respuesta a un antiguo requerimiento, porque más allá de la ubicación geográfica, consideramos que todos tenemos derecho a vivir con dignidad, en un ambiente de progreso, de bienestar y con garantías para ser más productivos”.