El organismo provincial, dirigido por Pablo Jurado, construyó obras de alto impacto en los seis cantones del territorio imbabureño. Lo hizo de manera planificada, tomando en cuenta las necesidades de la población y con el propósito de aprovechar las potencialidades productivas y turísticas existentes en cada zona.
IBARRA.- En la administración del prefecto Pablo Jurado, dos períodos consecutivos, partiendo desde mayo del 2014, se han ejecutado grandes proyectos viales para el desarrollo armónico de Imbabura, Geoparque Mundial de la UNESCO. Pronto, la autoridad provincial concluirá sus funciones, sin embargo, queda como legado una gestión eficiente en bien de este territorio.
Fredy Ipiales habita en el barrio el Tejar de la ciudad de Ibarra. Dice que una de las obras que ha traído progreso para este poblado es el asfaltado de la vía Bola Verde – El Tejar – Santa Rosa – La Esperanza, construido precisamente en el período de Jurado. “El mejoramiento de esta carretera sentó las bases para que podamos vivir dignamente, dejando atrás el abandono que soportábamos durante muchos años”.
Recuerda que antes, transitar por esta zona significaba peligro y dificultades, debido a los enormes baches que existían en medio de un empedrado destruido. “Los taxis y buses se negaban a brindar servicio y muchas veces teníamos que pagar altos costos con tal de que acepten arribar a este sitio, transportando especialmente los pesados equipajes, que no podíamos hacerlo cargando en la espalda”.
El asfaltado de este tramo de 5.5 kilómetros fue hecho por la Prefectura, la Municipalidad y la EMAPA-I, mediante una inversión cercana a 1´500.000 dólares. La arteria, ahora completamente modernizada, une directamente 4 barrios de la ciudad de Ibarra. Por esta ruta se avanza hasta la provincia vecina de Pichincha, pasando por la vía La Esperanza – Zuleta – Límite Provincial.
Así mismo, las calles polvorientas de la comunidad Compañía de Jesús de la parroquia San Antonio de Ibarra también son parte del pasado. Ahora, esta localidad evidencia una modernidad y desarrollo. Es el resultado de la intervención de la Prefectura y Municipalidad del cantón Ibarra que hicieron realidad el asfaltado y señalización de este tramo de 1. 148 metros de longitud por 4.08 de ancho. Por aquí los vehículos ya pueden circular sin peligro de sufrir daños y, lo más importante, los moradores dejaron de soportar el polvo que se levantaba constantemente, debido al mal estado del camino, tal como refiere Humberto Paredes, habitante del sitio.
Para hacer realidad esta obra, la Prefectura invirtió cerca de 120.000 dólares. El Municipio puso una cifra similar y la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Ibarra, EMAPA-I, ejecutó trabajos de mejoramiento del sistema de alcantarillado y agua potable. A parte de los recursos económicos, las instituciones dispusieron la presencia de maquinaria y del personal técnico.
Dentro de los proyectos de gran impacto destaca además el adoquinado de la vía – Ilumán – Agato - La Compañía del cantón Otavalo. La arteria de 6,10 kilómetros dio un nuevo giro con este trabajo, ejecutado por el organismo provincial y cerró un ciclo de abandono en el que los baches, lodo y polvo era evidente a lo largo de este paso.
La vía, ahora completamente mejorada, facilita la movilización de vehículos y peatones, pues está debidamente señalizada y cuenta con bordillos. Atraviesa los sectores de Ilumán, Quinchuquí, Agato, Arias Uco, Yacupata hasta arribar a la Compañía, esta última, una comunidad urbana perteneciente a la parroquia El Jordán. En este trabajo, la Prefectura invirtió 1´593.770 dólares.
“La calidad de vida de la gente ha mejorado en los últimos años. La movilización es cómoda, segura y hay mayor facilidad para acceder a los servicios públicos, pues en los alrededores existen entidades del Estado que brindan atención diaria”, así lo asegura, Mayra Flores, coordinadora del Centro Infantil “Quinchuquí”, para quien el adoquinado de esta vía prácticamente se convirtió en el principal eje de desarrollo para las comunidades otavaleñas.