Una tradición que se mantiene por generaciones en estas comunidades es el cultivo del maíz en parcelas familiares, durante los meses de septiembre y octubre, y la cosecha se realiza en el mes de junio para preparar la chicha de jora en las fiestas del Inti Raymi.
Pero los tiempos han cambiado al igual que las necesidades de las familias asentadas en esta zona, quienes miran la diversidad de cultivos como una forma de mejorar su dieta y tener seguridad alimentaria a largo plazo.
Ahora estas tierras brindan cosechas de habas, arvejas, fréjol, papas y una variedad de hortalizas y hierbas aromáticas.
Una realidad que cambió de forma notable la Prefectura de Imbabura, con la construcción de un canal de riego, en una extensión de 3.5 kilómetros, con un caudal de 90 litros por segundo, que volvieron productivas aproximadamente a 30 hectáreas de tierras comunitarias, con una inversión de 160 mil dólares. Los beneficiarios son 1400 personas.
También en este sector se construyó una vía asfaltada de 3 kilómetros de extensión, desde la Y de San José hasta la comunidad de Piava Chupa. “Porque antes era imposible transitar por un camino polvoriento en verano que enfermaba a las familias o el lodo en invierno. Ahora es una vía de calidad, ingresan taxis, camionetas, también llegan buses con turistas porque les gusta el clima. Acá es parecido a un valle, se produce aguacates, mangos, plátanos, cítricos y frutales”, manifiesta Concepción Bonilla muy entusiasmada.
Concepción, vicepresidenta de la Junta de Aguas de la comunidad, expresa que “los habitantes también estamos interesados en implementar una campaña de reforestación con plantas nativas para preservar las fuentes de agua, y buscamos el apoyo técnico y financiero para implementar emprendimientos turísticos, considerando el paisaje, la tranquilidad y la gente amable”.