Boletines de Prensa

158.000 dólares fueron destinados para construir el empedrado y cunetas en un trazado vial que une a las comunidades de un territorio turístico y productivo del cantón Otavalo.

IBARRA.- Transitar por la vía entre Cochaloma y Casco Valenzuela era difícil años atrás. Los moradores cuentan que incluso los autos se quedaban varados en la tierra y había que sacarlos con palos y a fuerza de muchos hombres. “Sufrimos duro para movilizarnos por este camino que conduce a terrenos agrícolas de la parroquia San Pablo de Lago del cantón Otavalo”, relata Juan Carlos Cacuango, dirigente de la localidad.

Gracias a la Prefectura la situación es diferente ahora. El tramo de dos kilómetros y medio fue empedrado y se construyeron las cunetas respectivas, invirtiendo en todo esto 158.000 dólares. Los recursos fueron destinados del presupuesto estratégico, tomando en cuenta que se trata de una obra que genera desarrollo integral, en una comunidad que antes permanecía abandonada, sin atención de las autoridades.

El mejoramiento del camino fue celebrado con emoción en toda la localidad. Coincidió con la programación del Inti Raymi, en el que las comunidades campesinas dan gracias a la madre tierra por la abundancia de las cosechas. Con vistosos trajes, los habitantes recibieron a las autoridades y ofrecieron un acto especial para dar realce a la inauguración del trabajo. El ambiente fue de fiesta.

Parte de la ceremonia fue la caminata por el empedrado. Acordeones, guitarras y saxofones llenaron de música el trayecto. El prefecto Pablo Jurado encabezó la comitiva que recorrió, a más de los dos kilómetros y medio, otro tramo de cerca de un kilómetro hasta avanzar a la casa comunal en donde se llevó a cabo el programa preparado para dar realce a la inauguración.

Guillermo Males dirigió un acto en el que prevaleció las costumbres ancestrales de los pueblos andinos. Citó a los espíritus de los antepasados, a la naturaleza, a los cerros y al creador del universo, quienes dijo son quienes velan por el bienestar de las generaciones presentes, bendicen a los benefactores, haciendo posible las obras que en definitiva traen consigo un mejor nivel de vida.

Al inaugurar el empedrado, el prefecto Jurado habló sobre las metas trazadas por la administración que le corresponde dirigir. Subrayó que su mayor preocupación es poner en marcha un plan de intervención en los sectores rurales que hagan realidad el desarrollo. Para que esto se haga realidad destacó como importante sumar esfuerzos con las autoridades de los gobiernos parroquiales.